Infidelidades y sus causas


Es común creer que la infidelidad solo tiene una manifestación y que se origina en una crisis de pareja. Sin embargo, es esencial ir más allá y explorar las distintas facetas de este fenómeno para comprenderlo en profundidad.
Infidelidad Deliberada: Este tipo se distingue por una planificación y una intención clara de ser infiel. Quien comete este acto realiza un esfuerzo consciente y deliberado para buscar o fomentar una relación extramatrimonial, ya sea de índole sexual o emocional. Aquí, la infidelidad es un acto premeditado, no un evento espontáneo.
Infidelidad Espontánea: A diferencia de la infidelidad deliberada, no hay una planificación o intención previa de ser infiel en este caso. Suele ocurrir de manera repentina y puede ser el resultado de circunstancias no previstas, como una conexión inesperada con alguien o una situación que escapa de control. Este tipo de infidelidad es más impulsivo y menos calculado.
Infidelidad Emocional: Implica el desarrollo de lazos emocionales o románticos con alguien fuera de la relación. Puede o no incluir intimidad física, pero lo distintivo es la conexión emocional profunda con otra persona, lo que puede llevar a un distanciamiento emocional de la pareja actual.
Infidelidad Sexual: Este tipo se centra exclusivamente en el acto sexual con alguien que no es la pareja estable. No necesariamente implica una conexión emocional o romántica y a menudo se considera uno de los tipos más claros de traición en una relación.
Infidelidad Virtual: Se lleva a cabo principalmente a través de medios digitales o en línea, como redes sociales, mensajes de texto, correos electrónicos o salas de chat. Puede incluir el intercambio de mensajes explícitos, fotografías, o incluso la participación en actividades sexuales virtuales.
Infidelidad de Transición: Se da en el contexto de una relación que está llegando a su fin, donde uno de los socios inicia una nueva relación antes de concluir formalmente la actual. Este tipo de infidelidad a menudo sirve como una forma de transición para la persona involucrada.
Infidelidad por Represalia: Es una respuesta a una percepción de agravio o daño causado por la pareja. Aquí, el acto de infidelidad se convierte en una forma de venganza, un intento de herir a la pareja en respuesta a un conflicto o problema en la relación.
Infidelidad por Adicción Sexual: Surge de un impulso compulsivo hacia la actividad sexual. Las personas con hipersexualidad o adicción al sexo pueden tener dificultades para mantenerse fieles debido a sus impulsos sexuales abrumadores y a menudo incontrolables.
Infidelidad Coaccionada: Se presenta en relaciones donde hay un desequilibrio de poder o abuso, y una persona se siente obligada o empujada hacia la infidelidad. Puede ser el resultado de manipulación emocional, abuso psicológico o incluso físico.
Microinfidelidad: Son acciones que no constituyen una infidelidad completa pero que pueden considerarse inapropiadas o desleales. Esto incluye coqueteos, mensajes ambiguos o cualquier comportamiento que roce los límites de lo aceptable en una relación comprometida.
Infidelidad por Influencia de Sustancias: Ocurre cuando una persona, bajo la influencia de drogas o alcohol, se involucra en comportamientos infieles. El juicio alterado y la inhibición reducida asociados con el abuso de sustancias pueden llevar a decisiones que no se tomarían en un estado sobrio.
Infidelidad de Sustitución: Se refiere a buscar fuera de la relación algo que se percibe como ausente en la relación actual. Puede ser intimidad emocional, conexión sexual o ciertos tipos de interacción y comunicación.